Que le puedo decir a esta infierna soledad,
que me ataca por los cuatro puntos cardinales,
me subyuga del cuello sin poder respirar,
me aprisiona entre cadenas como si fuera una ladrona.
Estas cuatro paredes encima se me caen,
lacerando mi cuerpo moribundo
tieso, agonizante y sufrido,
por la falta de tu amor.
Te grito, te pido auxilio,
pero desde aquí no me escuchas,
me siento aterrada, me siento morir
y nadie se apiada de mi.
Como buscarte, si no puedo encontrarte,
encerrada en esta vil prisión,
sin poder salir en tu búsqueda,
mas me ahogo de dolor.
Mi soledad vaga como un fantasma,
y yo con ella vago para hacernos una misma,
levanto los brazos y me empapo de sus nostalgias,
de su dolor, de su misterio, de sus lágrimas.
Te llora mi soledad tristemente,
me ha robado mis lágrimas para llorarte,
yo en profundo silencio te pienso y me siento morir
entre la dicotomía del cielo y del infierno.
Rescátame de esta soledad,
no dejes que caiga mas en sus garras,
sécame el llanto con tu sonrisa,
y con tu corazón ámame mas que nunca.

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