Cariño mío hoy me soñé en tu cama,
en esa habitación donde duermes,
tan llena de ti, tan llena de tu amor,
que esperas algún día mi sueño se haga realidad.
Yacía en tu cama desnuda, frágil como la rosa,
temerosa a la nueva experiencia,
con tu mirada sedienta me recorrías,
mis mejillas trasminaban ese rojo cereza.
Todo era magia, era la entrega de mi alma a tu vida,
la entrega de mi cuerpo a tu sed de amar,
la entrega de mi corazón a tu espacio infinito,
la entrega de mi amor al dueño de mi razón.
Me tomaste entre tus brazos, como pétalo de flor,
sutil y delicadamente me envolviste en tus sabores,
mi cuerpo respondía a tus caricias, y yo
me perdía en el abismo de tus besos.
La oscura habitación donde yacíamos,
se hizo luz, cuando nos entregamos al amor,
respirábamos los aromas del placer,
regocijándonos en las locuras de nuestra pasión.
Siluetas se dibujaron en nuestra ventana,
donde dos cuerpos se entregaban al puro amor,
nos susurramos palabras hermosas,
no cabe duda que eramos tres en tu cama.
Bajo la luz de la luna resplandeciente,
nos amamos y entregamos,
fue la culminación de nuestros sueños,
nos amamos como nunca lo habíamos hecho.
Me soñé en tu cama, en tus brazos,
en tus besos, en tu regazo,
tres eramos en tu cama,
tu, yo y la luna.
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